ETCETERA AZUL

Expedición Rizomática

lunes, 19 de marzo de 2012

Natura, realidad plástica y realidad personal

La exposición que encontramos en la Alianza Colombo Francesa de Bucaramanga, muestra los límites del artista plástico Jaime Morales Lombana rompiendo las fronteras de la misma obra y de sus elementos. Natura, se integra dentro de las realidades verosímiles que ha olvidado el espectador citadino - de ciudad y cotidiano. El ojo humano ha restringido su tarea interpretativa a las fronteras de sus agendas y la temporalidad. Cuando uno llega a Natura, debe detenerse y entregarse a las reglas de la obra plástica. La necesidad de focalizar las imágenes, del figurativismo viviente de un espectador y de un artista en sí; para en un segundo proceso dejarse llevar por el movimiento, por los elementos difuminados, alguien expresaba en el evento de inauguración, más bien pienso en las reglas internas de los elementos de cada obra, y romper las fronteras, de los signos mismos, del color, de la luz, entregarse al movimiento.
Los colores que encontramos dentro de cada obra se encuentran afuera y Morales Lombana nos hace un recordatorio crítico, éstos integran nuestra realidad viviente y natural, parafraseando un poco el nombre de la exposición. Eso se olvida fácil por el espectador común y la potencia metafórica del movimiento, de ese raspado de la realidad gracias a la maestría en el manejo del acrílico sobre lienzo se integra dentro de las dualidades signo dentro - signo fuera dentro del contexto en emergencia, la naturaleza.

Partículas sueltas, tallos emergentes, hojas en diversos tamaños son como rastros y memoria dentro de la escena principal que implanta Morales Lombana en el inconciente interpretativo.

Y este escenario principal, estas reglas de juego de los elementos sumado a aquellas hojas como rastro dejan una necesidad crítica a la vez, pero una necesidad de volver a observar, a saber mirar, para volver a ser libre. El artista deja la crítica y nos recuerda esa libertad.
RODOLFO GARCÍA L.
Profesional en Estudios Literarios UN. Semiólogo.

sábado, 26 de noviembre de 2011

SOBRE ESTORAQUES, NYDIA GUTIERREZ Y WALTER GOMEZ


INTRODUCCION
El territorio por excelencia del arte es la divergencia, la discusión y la duda, así que esta reflexión forma parte de una respuesta a la publicación lanzada al espacio virtual por el blog artistaszonaoriente.
Esta carta presenta no una defensa, sino más bien asumir una posición de parte de las personas que hemos visto los propósitos, acciones y espacios que ha propiciado una persona de un gran valor ético, profesional y humano como es Nydia Gutiérrez y por lo tanto, defendemos su trabajo y gestión dentro de la región oriente.

SOBRE ESTORAQUES, NYDIA GUTIERREZ Y WALTER GOMEZ
Por: Walter Gómez
· Con Estoraques iniciamos un camino hacia la excelencia de nuestros proyectos y procesos de investigación - creación, dado que hasta ese momento, no habíamos tenido la figura de la curaduría de forma diferenciada.
· La integración fronteriza ha sido un propósito y una fuerza dentro de nuestros esfuerzos por consolidar una región más extendida y amplia. Convocatorias como Valija Memoria Viajera, Bolívar, gesta de un libertador, Espacios Alternos, Ensimismos, fueron proyectos construidos desde la amistad con sus derroches de fraternidad y de ayuda mutua y no desde una mirada mas objetiva mediada con procesos curatoriales. Sin embargo, sentíamos que algo esencial faltaba en nuestras exitosas convocatorias en estos procesos para que los proyectos, tuvieran una mayor visibilización y cualificación frente al resto del país. Si hacemos un ejercicio de autocritica nos faltó mayor solidez conceptual – curatorial, a pesar de nuestros esfuerzos por consolidarlas.
· La curaduría de Estoraques no fue un acto de encantamiento frente a Nydia Gutierrez, sino un acto de madurez y capacidad para auto inventarnos, ya que sabíamos que “algo” faltaba y sigue faltando, a pesar que se diga lo contrario, dentro de nuestros procesos.
· ¿Cuáles son los procesos o proyectos que vienen jalonando los artistas que estan haciendo circular un malsano documento que esconde a sus firmantes? El escrito practica todo lo que denuncia de una forma grosera y poco objetiva: se dice que la curadora nos ignoró en los créditos de Estoraques y sin embargo, en su escrito ignoran a Miguel Ángel Gelvez como parte de ese proyecto. Se desconoce la importancia de Miguel Ángel, que fue la única persona del comité coordinador que mantuvo una comunicación permanente con la curaduría, cuyo trabajo de producción y posproducción es una responsabilidad compartida.
· Asumo que luego de la convivencia, en las cruciales fases posteriores de preparacion de la exposición, tanto Nacho Cáceres como yo, estuvimos ausentes o perdidos y que fue a mi manera de ver el punto de quiebre con la curaduría, quizás por razones que hasta donde sé, tuvieron que ver con la falta de diligencia y operatividad de los recursos que daba la gobernación de Norte de Santander. Sobra recordar que el responsable del trámite y manejo de esos recursos fue Ignacio Cáceres, dineros que se envolataron y se llenaron de hechos confusos, asuntos que no vale la pena ahondar, pero que sucedieron.
· Declaro de forma positiva que las artes plásticas en Cúcuta, están en una “bella crisis” que ha tocado a todos por igual y que vista desde afuera era necesaria; los sistemas terminan por anquilosarse, debilitarse y quebrarse por donde menos se piensa, pero de allí todo se renueva, y en el arte esto se hace mucho mas evidente. Gracias a estos sucesos es que surgen nuevos nombres, nuevos procesos e inéditas miradas, y para beneplácito de muchos y tristezas de resentidos, surgen otros artistas y proyectos llenando de vitalidad y de renovación el medio artístico.
· Las crisis de crecimiento deben servir no tan solo para despotricar contra las personas, sino también para hacer una evaluación a las instituciones oficiales y sus políticas culturales y de gestión que desde hace años lastiman los verdaderos intereses de los artistas y proyectos regionales; parte del enfriamiento de Estoraques, se debió a todo este asunto burocrático.
· Pero puedo decir que si bien trabajo por momentos con el Ministerio de Cultura (no tengo contrato de exclusividad con ellos), soy un gestor en permanente discusión y negociación, ya que mis labores e ideas no paran de fluir y avanzo pese a la ceguera de muchos de nuestros jefes culturales.
· Generar actividades alternas y paralelas al Salón Regional es una aspiración y no una forma de debilitamiento de los mismos. Mi gestión allí, ha ido siempre en aumento en cuanto a los recursos asignados tanto por el IMCT como por la Gobernación de Santander. Y vale la pena agregar que cuando ésta última institución apoya el Salón Regional, se me niega cualquier otra gestión de orden particular, sobre lo cual tengo mis derechos como todos los ciudadanos.
· ¿Será posible que la palabra “particular”pueda implicar falta de ética si lo “particular” es: llevar a 30 personas durante tres días con todos los gastos pagos a un sitio tan maravilloso como la Playa de Belén, contar con la charla y presencia del maestro Eduardo Hernández, el diálogo profesional y horizontal del acompañamiento curatorial de Nydia Gutiérrez, el taller del maestro Saúl Meza con su proyecto ganador de un Premio Nacional de Fotografía con el tema de los Estoraques, nuestro compromiso con los artistas locales y venezolanos, quienes pese a las dificultades que ya todos sabemos o intuimos, fueron nuestros invitados especiales, dando así coherencia a nuestra política de fronteras?. Parece que es fácil olvidar que construimos una proclama y la socializamos frente a la misma Ministra de Cultura y Nacho Cáceres fue nuestro interlocutor elegido para tomar la vocería frente al tema de fronteras en la reunión de Ocaña.



· El paisaje como concepto no lo inventó ni Germán Toloza, ni Eduard Velasco, o ¿En adelante habrá que pedirles permiso para crear o reflexionar sobre paisaje, cuerpo, política y espiritualidad? La idea de nuestro proyecto era que el paisaje de alguna forma nos transformara y por lo tanto, fuimos a VIVIR a manera de ritornelo, el Parque Nacional de los Estoraques y si bien no se trata de ser obvios, pero si vamos a sumergirnos en el paisaje, si me involucro frente a él ¿será para divagar sobre las señales de transito de las ciudades?
· Si se entendió Estoraques como una copia de uno de los ejes temáticos de la curaduría “De aquí y del otro lado”, quiero recordar que Estoraques nació conceptual y vivencial, mucho antes de la propuesta de Germán Toloza. Felizmente coincidió con los tiempos del Salón Regional -cuyo proceso era un momento ideal para hacerlo. En Estoraques hablamos de geoesteticas, charla que fue impartida por el maestro Eduardo Hernández. ¿Aparecerá una sabiduría ponzoñosa que diga que entonces le copiamos al Salón Nacional su eje de discusión principal: las Geoestéticas del Caribe?
· ¿Hace cuanto tiempo perdió el respeto, quien no puede contener sus verborreas difamantes y llenas de doble sentido, ya sea contra Luis Duarte, Jorge Torres, Maestro Aponte, Jorge Roa, Corpocides, Oscar Salamanca, Gerardo Becerra, Miguel Ángel Gelvez, Edgar Suarez, los curadores de todos los regionales, Nydia Gutierrez, Susana Quintero o mi persona?

lunes, 14 de marzo de 2011

CIUDAD SIN PARQUES

“Todas estas máquinas súbitas que atolondran la imaginación y los ojos, son el índice de la vida contemporánea que es un proceso de embutir la naturaleza”
Jaime Barrera Parra




Somos vestigios de un nacimiento común, huellas vivas que nos remiten a un origen ancestral, donde la morada era el bosque ilimitado y misterioso; habitado por lo instintivo, lo salvaje, lo primigenio; mientras las hojas del bosque llenaron de sombras los linderos.
El hábitat se hizo cada vez más grande, se desplazó la redondez del paisaje, transformándolo en escenarios de concreto, hasta que los reducidos parques y jardines, se convirtieron en añoranzas del paraíso perdido; las ciudades fueron negando el frescor de los árboles, el color de las flores y bajo este manto sombrío, los días ahuyentaron las fantasías de los recuerdos.


Las urbes, colmenas humanas, se bifurcaron dando espacio a un hábitat compartido, donde sobre todo se impone la tecnología del hombre; mientras los animales y arboles espantados, sucumbieron ante el afán mercantil invasor; el hombre como un amo malcriado, se erigió como constructor del destino; creó políticas para el progreso, sin tener en cuenta las propias políticas de la naturaleza.
La vivienda de barro, morada para los seres y objetos del hombre, se habitó también con las plantas y animales que aliviaron el vacío del bosque perdido: el aroma de las flores, el eco agudo del canto del grillo, la incesante labor de la hormiga, la fidelidad del perro, el bullicio de la gallina, el misterio de la salamandra y otros animales que entraron al mundo de las fábulas, mitos y fantasías.

Las casas se erigieron como limites concretos para protegerse del acecho de lo salvaje; creando un mundo habitado por objetos que forjaron iconos venerados como sagrados y de la densidad del símbolo, surgió una humanidad renovada y sofisticada; mientras el calor del fuego forjo lo familiar y tendió un lazo con la muerte para abrir una honda brecha: el hombre entierra a sus muertos, el animal no.
Un sobrevivir que va revelando algo tenaz: una incomodidad visceral, una saga de sensaciones impuestas en una cotidianidad utilitarista y consumista. La incomodidad ha sido total, los encuentros son cada vez más agresivos entre la ciudad y la naturaleza; lo natural va camino a su extinción y por ende el hombre también.

El artificio es el lugar donde quizás libramos la batalla por alejar a ese "yo" animal que aún habita y pugna por vivir en el corazón de la humanidad, vibrando en las necesidades holísticas del convivir...


Como vecino del parque “San Francisco” me sorprendo de ver que en mitad del parque una empresa privada, haya instalado una estación de gas de alta peligrosidad y los domingos cuando el parque está lleno de gente y los niños juguetean; entro en pánico al pensar que algo falle y el parque vuele en pedazos.
Recibimos a cambio de esta molestosa y letal invasión de la multimillonaria empresa alguna retribución social, ¿Esa empresa tiene alguna obligación social frente a la comunidad?, ¿Arreglan al menos los juegos de los niños, les hacen mantenimiento?
Esperamos que el parque Santander en su actual remodelación, después del sonido amenazador de la motosierra, entienda que los parques aún son los lugares del divertimento familiar ciudadano; espacios públicos que deben ser el lugar de la civilidad, del disfrute cultural y no el espacio para esas escuelas del ocio en que se han convertido los C.A.I.
Nunca he visto a un solo policía intentando arreglar o gestionar para sostener los juegos de los niños; los invito a observar en los escasos parques de la ciudad, son lo más lamentable que puede haber para el entretenimiento de los infantes.
Recorro la ciudad en bicicleta en contacto directo con la ciudad; no la transito en las burbujas enajenadas de los carros y puedo decir con cierta tristeza que las calles y parques de Bucaramanga, son hoy en día, el inodoro más grande que tiene el departamento.

Al cambiar el entorno, hemos perdido la conexión con la naturaleza, con el parque, ya no cuidamos la casa común; habitamos un mundo cada vez más impredecible; los ríos, el aire, los animales antes fuente de vida, hoy son presagios de tragedia.
Sin embargo, existe una racionalidad por transgredir y transformar; creando nuevas realidades que reconozcan lo natural y lúdico dentro del hombre que habla, filosofa, observa, crea y propone.

OCTAVIO ESCALANTE

sábado, 5 de marzo de 2011

SER O MER CANCIA

“Hasta para hacer el dinero se necesita agua”

El arte postal nació como resistencia a convertir el arte en mercancía; oposición creativa frente al enrarecido ambiente de las galerías, museos y mercados del arte. Desde sus comienzos el arte postal trascendió fronteras, en espacios alternativos posibilitó acciones rizomáticas y permitió que diversos puntos desde cualquier lugar del planeta se encontraran.

Con su movilidad sin límites consolidó redes de intercambio: con exitosas campañas internacionales a favor de los enfermos del sida, por correo ejerció presión política en la recuperación de la libertad de pensadores encarcelados por las tiranías.

Ahora continúa como tejido activo en búsqueda de un sujeto colectivo, que sin soberanías, ni posturas ideológicas aborde problemas comunes; haciendo desaparecer los centralismos que territorializan el deseo, con formas de represión que deforman los propósitos comunes: el estado actual es ante todo el PODER de ejercer control sobre las comunidades.

Pese al hostigamiento inclemente de la “grey star” con la compra sistemática de periodistas, gestores culturales y políticos; debemos reaccionar en procura de recuperar la autonomía y conservar la vida como eje principal de nuestra realidad geopolítica.

Las mercancías han sido beneficiadas con aparatosas estructuras políticas sumisas, cómplices y han ejercido su protagonismo defendiendo el libre comercio, donde lo económico juega un rol preponderante y favorece el acelerado consumismo que se encarga de convertir todo lo que toca en mercancía.

Lo estatal no promueve espacios de apertura con políticas concertadas en base a nuestros problemas comunes, no los que ellos priorizan e inventan y en cambio deberían asumir una región ampliada con vertientes participativas que desde su potencial humano fortalezca la movilidad de lo afectivo, de lo espiritual, del accionar por la vida, de lo cultural…

Los propósitos comunes deben generar fuertes discusiones sobre el control y priorización del gasto público, ya que como comunidades en permanente devenir merecemos cambiar y mejorar.

El Agua es ahora debate crítico y prioridad dentro de los planes de gobierno de las regiones y tema de consultas populares; los ríos y fuentes hídricas son recursos naturales irrenunciables para las futuras generaciones. El agua no es una mercancía, ni lo fue en la antigüedad; al venderla los estados cobran un derecho fundamental que evidencia una profunda crisis en sus políticas de vida.

Tal como nos vemos somos; por lo tanto, nos están cobrando lo que en esencia somos: AGUA.

Lejos de solicitar una economía paternalista, queremos la defensa del agua y el manejo público de este recurso que debe reflejar la sincronía entre naturaleza, humanidad y gobierno: como inteligencia vital que reconoce en la unidad, el principio de sobre vivencia en la trama de la vida, de cada individuo y de todo estado posible o deseable.

OCTAVIO ESCALANTE

jueves, 3 de marzo de 2011

CALIENTE CALIENTE

“Roció con agua a Caléndula, y devolvió el color a sus mejillas” El Rey Midas

El humor se considera una elaboración sofisticada de la inteligencia, una carcajada suele espantar el miedo, la risa irreverente irrumpe y perturba, la broma posibilita otras percepciones, otros goces y como divertimento es un activador relajado del sentir humano inmerso en las tensas y complicadas instancias de la realidad.

Con sus agudas interpretaciones el humor hace fisura en la cotidianidad, instala miradas flexibles abriendo fuentes de discusión insospechadas, al burlarse de todo quiebra la realidad, permea los pilares impuestos llenos de formalismos exagerados, crítica y confronta al establecimiento, a los que secuestran la libre opinión y a las decisiones que deforman el disfrute de la ciudad.

El arte salpicado de lo humorístico emancipa y es ruptura que posiciona complejas lecturas y maneras de hacer arte; de estas miradas inéditas de divertidas y dramáticas transgresiones, han surgido importantes piezas iconográficas para un arte que respira humor: Débora Arango, Jaime Garzón, Don Quijote, Mark Twin, “El regalo” de Man Ray, “La Fuente” de Duchamp, “Mona Lisa”, “Juegos de niños” de Peter Bruegel el viejo.

La representación del cuerpo en la obra “calentamiento global” era inapropiada y obsoleta bajo su voluptuosidad deforme; la mofa y críticas no faltaron entre los ciudadanos, quienes no daban crédito a las desproporciones de las figuras, que por momentos parecían una broma de mal gusto. La reacción ciudadana era necesaria, lo que se instala en el espacio público, no tiene porque ser eterno e inamovible; más con esta obra gestada desde una rayana obviedad y atiborrada de relieves figurativos.

La obra de Edgar Negret en la fachada del Banco de la República, la escultura del general Santander del escultor Raoult Verlet, las bellas farolas regalo del gobierno francés, el Club del Comercio, el Hotel Bucárica; son testimonios patrimoniales del carácter y criterios que moldearon la ciudad en el parque Santander cuando se erigía como capital del departamento.

Todo indica que la pieza “calentamiento global” obedeció a criterios oportunistas de carácter comercial; se trataba de vender la idea a como diera lugar: aunque la Sagrada Familia entrara en pleitos de divorcio, así las farolas del parque perdieran su sensualidad y los peatones se atragantaran entre los glúteos siliconados de la escultura.

La obra no era coherente con las premisas y compromisos sociales con el espacio público contemporáneo, los principios básicos que deben interactuar se vulneraron y negaron por parte de los cómplices del atropello a este lugar histórico; al removerlas se comprobó que todo se puede corregir, incluso las decisiones impuestas sin la debida socialización y concertación.

No reaccionamos frente al cierre del Dicas, nadie convenció a los herederos de Saúl Díaz que mantuvieran en pie el Teatro Garnica, nadie ni la misma Vanguardia Liberal dijo nada sobre la desaparición del suplemento cultural, nada detiene el deterioro acelerado del Teatro Peralta y la reconstrucción eterna del Centro Cultural del Oriente; anomalías que demuestran la incapacidad de reacción frente a tantos vacíos; dado que ejercemos una ciudadanía pasiva y mansa minimizando nuestras posibilidades de participación y de cambio.

Hoy se discute en espacios virtuales de opinión; donde por fortuna no hay censura, ni represalias de control, lugares abiertos de encuentro que vienen consolidando una opinión activa para repensar la realidad y actuar en consecuencia contra los desatinos públicos.

Recibir un aporte de la “Grey Star”, resulta una contradicción ética; aunque se hagan desde las nobles premisas de lo cultural; no nos digamos mentiras, jamás una obra de arte podrá proporcionar mayores placeres o más vitalidad que un vaso de agua pura o la sombra acogedora de un árbol…que no daría Midas por una leve burla de labios de Caléndula su petrificada hija; los alimentos del arte son otros, igualmente vitales y necesarios en una sociedad cada vez mas enajenada con los principios de vida.

OCTAVIO ESCALANTE

lunes, 17 de mayo de 2010

ANDARES Y ANDENES













ANDARES Y ANDENES
“La salida es por atrás" Aviso Bus Urbano

Caminatas del encuentro, avenidas de palabras, viento móvil, taxis anónimos, policías incoloros, monumentos convenientes que emergen lentos sobre las nomenclaturas reales; re-corridos por rutas que no existen, trayectos de ciudad que en libertad desatada conjugan acciones imprevistas, caos voluntarios sobre andenes involuntarios, imágenes en tecnicolor.
Transitar, dibujar con los pies, reinventar las sendas, retroceder en la memoria por rutas que desaparecieron, las esquinas que ando, los caminos del lápiz, los lugares que surgen sobre el mapa del barrio, los espacios entre las palabras, las fisuras entre las letras conforman vías alternas por donde transitar entre la catedral, el grafismo del muro y los recibos por pagar.
La palabra constructora de preguntas, la certidumbre del pasado que se desvanece entre las máquinas del desarrollo, cimientos imposibles como interrogantes sobre el devenir, secretos que se anidan en espacios particulares como casas grandes.
El caos de polvo sobre los tendones del espacio; los espejos, las vitrinas escaparates sociales, reflejos desoladores; el encuentro alter ego del verbo; resumen citadino de lo posible, que al nombrarse, nos nombra; visión metástica de las huellas; calles empedradas de visiones, escenarios del circo ocasional.
La ciudad se construye desde lo invisible, desde aquellas cosas que abordamos sin intención y que vistas con detenimiento son tejido orgánico, palpitaciones para una ciudad que vive desde los pasos y sonidos que la constituyen.
La palabra en romería urbana es protagonista de realidades no visibles, que en fuga deshabitan los espacios compartidos. La palabra tejido de lo exterior, si hablo, escucho, si habito, me pierdo, amo.

Trasladar mis impresiones a otro lugar donde las veo existir, las puedo ver más allá del pensamiento, del paseo; ideas aglutinadas como garabatos multiformes del afuera, escritas sobre la piel interior. La palabra lugar común para la errancia, parche verde del encuentro donde comas y puntos se arremolinan como embudos del recuerdo, la cortina que se corre y revela otros paisajes que están ahí, que forman parte de mi también, que no son ajenos, que son parte del vecindario interior. El cuerpo entonces se reconoce como parte esencial de la ciudad, de su realidad y contexto. La palabra puente en viceversa, múltiples presencias la transitan y las ventanas se abren como el periódico de la mañana. La palabra estación donde me detengo, a descansar los sin sentidos; trayectoria vital donde transformo mis contextos.

“La salida es por dentro" Gonzalo Arango

lunes, 10 de mayo de 2010

Mapamundi

Érase una vez… una palabra que borraba sus bordes. Por la cual fue difícil designar con palabras a uno de los protagonistas de este relato. Recuerdo que esa cosa estaba cargada de opacos colores, azules inútiles y verdes tenues de pasado glorioso. Varios trasteos no tan afortunados antecedieron la llegada de ese objeto barrigón a este lado de la acera. Su aspecto era lamentable, su cuerpo ovalado era deforme y lleno de ojos que limitaban en los excesos de mi mirada.


Me eligió, yo familia miranda peláez, visitante asiduo y a lo lejos me reconoció; ahora estoy seguro que varias veces me vio pasar y escucho el tintineo de las monedas que oscilaban en mis bolsillos, sonidos que alternaban por ratos con mi cara de comprador compulsivo.

Esos encuentros, que sin ser notables, dejan en la memoria aconteceres particulares que se con-juegan en el tiempo. Quizás sobre el andén me vio pasar sin decirme nada; sin ni siquiera pensar que la necesitaba; pero, aquel día, la visita era de otra intensidad.

Esa situación me desbordó en dialogo: un aura de primíparo, como de cliente fácil de embaucar, le dio una excusa para atraer mi atención. La cosa aquella se preparó para lanzarme un guiño, tomo un segundo aire, se lleno de entusiasmo y con un esfuerzo expectante de concentración adquirió brillo propio. Su luz era desgastada, más bien opaca pero preñada de algo particular; su cuerpo raquítico tenía un gran vacío, que le daba pocas posibilidades de sobrevivir. Lo que ocasionó que ningún otro comprador reconociera su vital resplandor en ese universo agitado y maltrecho sobre su desordenada acera.


Lo que es la dignidad de existir. Al parecer, no le afectó en nada el hecho de ser considerado en algún momento como basura. En su apariencia actual era difícil de intuir su verdadera forma; ¡tan mal estaba! Que su propietario lo botó al aseo, sin ningún reparo afectivo. Después de una caída abismal desde una biblioteca de pocos libros y tras chocar aparatosamente con una butaca de madera, fue a dar a un rincón entre las patas de una mesa. Ahí empezó el ocaso; hasta que finalmente fue a parar a una bolsa de plástico negro, donde además iban unos cuantos papeles y cáscaras de frutas.